sábado, 23 de enero de 2010

Socialismo y Comunismo

...Esta sociedad comunista, que acaba de salir de la entraña del capitalismo al mundo de Dios y que lleva en todos sus aspectos el sello de la sociedad antigua, es la que Marx llama "primera" fase o fase inferior de la sociedad comunista.

Los medios de producción han dejado de ser ya propiedad privada de los individuos.
Los medios de producción pertenecen a toda la sociedad. Cada miembro de la sociedad, al ejecutar una cierta parte del trabajo socialmente necesario, obtiene de la sociedad un certificado acreditativo de haber realizado tal o cual cantidad de trabajo.
Por este certificado recibe de los almacenes sociales de artículos de consumo la cantidad correspondiente de productos. Deducida la cantidad de trabajo que pasa al fondo social, cada obrero, por tanto, recibe de la sociedad lo que entrega a ésta.

Reina, al parecer, la "igualdad".

Pero cuando Lassalle, refiriéndose a este orden social (al que se suele dar el nombre de socialismo, pero que Marx denomina la primera fase del comunismo), dice que esto es una "distribución justa", que es "el derecho igual de cada uno al producto igual del trabajo", Lassalle se equivoca, y Marx pone al descubierto su error.

"Aquí —dice Marx— tenemos realmente un 'derecho igual', pero esto es todavía 'un derecho burgués', que, como todo derecho, presupone la desigualdad.

Todo derecho significa la aplicación de un rasero i g u a l a hombres distintos, a hombres que en realidad no son idénticos, no son iguales entre sí; por tanto, el 'derecho igual' es una infracción de la igualdad y una injusticia". En efecto, cada cual obtiene, si ejecuta una parte de trabajo social igual que el otro, la misma parte de producción social (después de hechas las deducciones indicadas).

Sin embargo, los hombres no son todos iguales, unos son más fuertes y otros más débiles, unos son casados y otros solteros, unos tienen más hijos que otros, etc.

"... A igual trabajo —concluye Marx— y, por consiguiente, a igual participación en el fondo social de consumo, unos obtienen de hecho más que otros, unos son más ricos que otros, etc. Para evitar todos estos inconvenientes, el derecho tendría que ser no igual, sino desigual..."

Consiguientemente, la primera fase del comunismo no puede proporcionar todavía justicia ni igualdad: subsisten las diferencias de riqueza, diferencias injustas; pero no será posible ya la explotación del hombre por el hombre, puesto que no será posible apoderarse, a título de propiedad privada, de los medios de producción, de las fábricas, las máquinas, la tierra, etc. Pulverizando la frase confusa y pequeñoburguesa de Lassalle sobre la "igualdad" y la "justicia" en general, Marx muestra el curso de desarrollo de la sociedad comunista, que en sus comienzos se verá obligada a destruir solamente aquella "injusticia" que consiste en que los medios de producción sean usurpados por individuos aislados, pero que no estará en condiciones de destruir de golpe también la otra injusticia, consistente en la distribución de los artículos de consumo "según el trabajo" (y no según las necesidades).

Los economistas vulgares, incluyendo entre ellos a los profesores burgueses, entre los que se cuenta también "nuestro" Tugán, reprochan constantemente a los socialistas el olvidarse de la desigualdad de los hombres y el "soñar" con destruir esta desigualdad. Este reproche sólo demuestra, como vemos, la extrema ignorancia de los señores ideólogos burgueses.
Marx no solo tiene en cuenta del modo más preciso la inevitable desigualdad de los hombres, sino que tiene también en cuenta que el solo paso de los medios de producción a propiedad común de toda la sociedad (el "socialismo", en el sentido corriente de la palabra) no suprime los defectos de la distribución y la desigualdad del "derecho burgués", el cual sigue imperando, por cuanto los productos son distribuidos "según el trabajo".

". . . Pero estos defectos —prosigue Marx— son inevitables en la primera fase de la sociedad comunista, tal y como brota de la sociedad capitalista, tras largos dolores para su alumbramiento. El derecho no puede ser nunca superior a la estructura económica y al desarrollo cultural de la sociedad por ella condicionado. . ."

Así, pues, en la primera fase de la sociedad comunista (a la que suele darse el nombre de socialismo) el "derecho burgués" no se suprime completamente, sino sólo parcialmente, sólo en la medida de la transformación económica ya alcanzada, es decir, sólo en lo que se refiere a los medios de producción. El "derecho burgués" reconoce la propiedad privada de los individuos sobre los medios de producción. El socialismo los convierte en propiedad común. En este sentido —y sólo en este sentido— desaparece el "derecho burgués".

Sin embargo, este derecho persiste en otro de sus aspectos, persiste como regulador de la distribución de los productos y de la distribución del trabajo entre los miembros de la sociedad. "El que no trabaja, no come": este principio socialista es ya una realidad; "a igual cantidad de trabajo, igual cantidad de productos": también es ya una realidad este principio socialista. Sin embargo, esto no es todavía el comunismo, ni suprime todavía el "derecho burgués", que da una cantidad igual de productos a hombres que no son iguales y por una cantidad desigual (desigual de hecho) de trabajo.

Esto es un "defecto", dice Marx, pero un defecto inevitable en la primera fase del comunismo, pues, sin caer en utopismo, no se puede pensar que, al derrocar el capitalismo, los hombres aprenderán a trabajar inmediatamente para la sociedad sin sujeción a ninguna norma de derecho; además, la abolición del capitalismo no sienta de repente tampoco las premisas económicas para este cambio.

Otras normas, fuera de las del "derecho burgués", no existen. Y, por tanto, persiste todavía la necesidad del Estado, que, velando por la propiedad común sobre los medios de producción, vele por la igualdad del trabajo y por la igualdad en la distribución de los productos.

El Estado se extingue en tanto que ya no hay capitalistas, que ya no hay clases y que, por lo mismo, no cabe reprimir a ninguna clase.

Pero el Estado no se ha extinguido todavía del todo, pues persiste aún la protección del "derecho burgués", que sanciona la desigualdad de hecho. Para que el Estado se extinga completamente, hace falta el comunismo completo...
Fuente: Fragmento sacado del libro "El Estado y la Revolucion" de Lenin

Una imagen vale mas que mil palabras


Libre albedrio

Por definición, el ser humano esta dotado de libre albedrío, y puede elegir entre el bien y el mal. Si solo puede actuar bien o solo puede actuar mal, no será mas que una naranja mecánica, lo que quiere decir que en apariencia será un hermoso organismo con color y zumo, pero de hecho no será mas que un juguete mecánico al que Dios o el Diablo (o el Todopoderoso Estado, ya que esta sustituyéndolos a los dos) le darán cuerda. Es tan inhumano ser totalmente bueno como totalmente malvado. Lo importante es la elección moral. La maldad tiene que existir junto a la bondad para que pueda darse esa elección moral. La vida se sostiene gracias a la enconada oposición de entidades morales. Desgraciadamente hay en nosotros tanto pecado original que el mal nos parece atractivo. Destruir es más fácil y mucho más espectacular que crear.
Fuente: Fragmento sacado del prologo de la novela "La Naranja Mecanica" de Anthony Burgess

Crónicas de un gobierno neonazi en Argentina

La cosa había empezado con algunos incidentes aislados... Comenzaba un nuevo milenio, salíamos de pésimas presidencias, y algunos, luego del "desastre", tenían la esperanza de que todo iba a mejorar. Lo que no sabían era que luego de la matanza en Palestina, las cosas iban a tomar un giro inesperado. Cuando se dijo NUNCA MÁS, creo que la gente se había equivocado...
Algunos pensaron que era una moda mas, famosos, estrellas de la televisión pidiendo pena de muerte para todo delincuente, vecinos de barrio norte buscando soluciones rápidas para la inseguridad llegando a la conclusión de que lo mejor era decapitar personas... Para cuando se le quito la vida de un niño que había robado golosinas en un kiosco y algunos nos diéramos cuenta de que había sido un error, ya era demasiado tarde.
Todo empezó con hechos aislados, te decía... algunas pintadas de "fuera sionismo judío", "exterminemos a los ilegales"... "Hitler vive". Dios mío... "Hitler vive" llegaron a poner en un graffitti. Todo hasta que a fines del 2009, por el barrio de Belgrano, empezaron las palizas. Al principio solo eran moretones y huesos rotos. Me acuerdo que una pareja de hermanos judíos fue internada después de que una bandita de skinheads les pateara las cabezas en la parada de un colectivo a las 11 de la noche. Habían sido 8 contra 2, lo cual te puede dar una idea de su sentido de justicia. Luego la cosa se puso brava en serio. Una Argentina convulsionada con serios problemas sociales, la crisis mundial que había resultado más poderosa de lo que se pensaba, los pibes descreían de todo y tal vez con razón. Ni el gobierno ni la oposición sabían que hacer... La táctica de los nazis para atraer enfermos era sencilla, utilizaban las terribles decisiones del gobierno de Israel para aumentar el odio hacia todo judío, y claro… curas pronazis negando el holocausto ayudaban a “la causa”… Gran parte de la oposición había caído en las garras de esa ideología enferma. Y la parte de la oposición que estaba en contra de esto, simplemente y misteriosamente fueron "desapareciendo". Por eso, cuando pinto un tipo convencido de lo que decía, cuando mostraba una pasión arrolladora, cuando pedía tomar la justicia a la fuerza y hacerse cargo del futuro, los que empezaron a seguirlo se trasformaron en miles. Pensa en esto: cada patota skinhead (llamados por entonces "comandos de Dios") no bajaba de los 300 integrantes. Y había más de 1700 solo en Capital.
Como celebración de año nuevo más de 30 judíos aparecieron colgando en el Parque Centenario, formando una especie de grotesco árbol de Navidad. El carismático cabecilla skinhead ya había dejado las sombras y su liderazgo era un hecho. Te juro que me pare a escucharlo mas de una vez... si te dejabas llevar por su apasionado discurso era presa fácil de su enfermedad. El tipo PROPUSO; el tipo aporto soluciones. Soluciones de mierda, soluciones asesinas... pero por fin alguien era concreto, alguien que no era milico tomaba el toro por las astas, la gente empezó a escucharlo y a seguirlo.
De pronto el vandalismo se corto, se venían las elecciones. En medio de las pobres campañas políticas de partidos gastados los nazis ganaban gente. El cierre de campaña en la 9 de julio fue aterrador... banderas kilométricas con la svástica y mas de un millón de personas coreando "La Marcha de Dios sobre los hombres", una especie de himno a la muerte.

El neonazismo gano por escándalo. Un margen de casi el 77%.

Crónicas de un gobierno neonazi en Argentina... el líder condeno las matanza en forma clandestina y decidió poner plazos; todos los descendientes de judíos, practicantes o no contaron con 60 días para abandonar territorio argentino. Los edificios de todo tipo de entidad que respondiera a Israel fueron confiscados, algunos trasformados en oficinas publicas, otros en hospitales, otros en escuelas, otros en campos de concentración... pero la mayor parte, en viviendas para los seguidores del régimen. La emigración fue caótica, pero la cosa no había hecho más que empezar. Sin judíos a quien castigar el líder empezó a identificar a nuevas victimas: los extranjeros.
Algunos argentinos nativos intentamos dejar el país, pero nos encontramos con un decreto que prohibía dejar el territorio nacional. Un poco después el decreto se derogo y varios cientos de aviones y barcos se llenaron con opositores al régimen que pretendían iniciar una nueva vida en otra parte. De más esta decir que los aviones como los barcos nunca llegaron a ningún lugar; se hundieron en medio del océano sin que nadie hiciera preguntas.
Después de los extranjeros el régimen neonazi permitió el exterminio de "los almas oscuras". Así le decían a los morochos. Un tiempo difícil de vivir para ser de clase baja en argentina. Ahí comenzó una de las peores masacres vistas en Argentina... ¡que digo Argentina! ¡en el mundo! Ya no se trataba como antes de patotas en la clandestinidad matando judíos en diferentes lugares, no. Ejércitos enteros entraban en las villas asesinando sin ver a quien le daban, no importa si eras blanco o morocho, hombre o mujer, adulto o niño... todos eran fusilados con ametralladoras. Era una guerra... solo que del otro lado nunca atacaban... ¿Y saben cuanto duro? ¡Una semana! Una semana y ya habían "limpiado" varias villas... Simplemente terrible era ver en la tele como skinhead festejaban ante cadáveres de niños...
Luego se inauguró una nueva modalidad; a fin de aumentar los ingresos del estado se le encontró la vuelta al tema de la jubilación: al cumplir 65 años pasabas a retiro forzoso. Simplemente te metían en una cámara de gas. Y no crean que a los ancianos seguidores de régimen les perdonaron la vida, no señor. Los más pudientes, si los autorizaban, podían pagar una indolora inyección letal. Mataron a quienes fueron los pioneros del nazismo en argentina, quienes fueron los primeros en darles propaganda...
Actualmente se rumorea que el imperio no puede durar mucho, a pesar de que la victoria nazi en Argentina voló hasta Bolivia incentivando a grupos neonazis locales que finalmente derrocaron al presidente democráticamente electo. Las guerras intentando conquistar países limítrofes diezmaron la economía y la moral de los adeptos al nuevo orden. El líder últimamente luce viejo, cansado, sin la energía que gano el corazón de los asesino potenciales.
Las matanzas continúan pero son cada día mas aisladas e incluso los skinheads empezaron a bajarse entre ellos. Todavía las cabezas rapadas caracterizan a Argentina, la nueva Argentina. Pero algunos de nosotros, bajo las gorras, empezamos a dejarnos el pelo largo... muy largo.



Cuento del libro “Los cuentos del Osito Mimosito y otras guarradas” de Eduardo de la Puente, solo que un tanto modificado por mi (quite algunas pocas cosas y agregue otras pocas).

11 de Septiembre - Pinochet en las Torres Gemelas






¡Salven los monopolios!

Quedan menos de 1000 dias para salvar al periodismo independiente.
Defendelos en http://www.salvenlosmonopolios.tn.ar/

Fundación Vida Sylvestre Argentina


Fuente: Revista Barcelona

San Pio XII - Patrono de los que se hacen los boludos



Fuente: Revista Barcelona

Ernestina buscaba adoptar en 1976


Terminó encontrando los bebés apropiados. Encontrá lo que buscás.




Fuente: Revista Barcelona

viernes, 22 de enero de 2010

RA - Radicales Ausentes


Fuente: Revista Barcelona

Cleto Cobos - ¡El Adorable TRAIDOR!


¡Todas se lo disputan y el no tiene códigos!


¡Picardía!... ¡Diversión!... ¡Falta de escrúpulos!


¡Primero traicionó a su partido! ¡Después a su gobierno! ¡Ahora viene por ti... y te vas a enamorar!



Fuente: Revista Barcelona